Crónicas de las vivencias de la Marcha por Rafa

El escritor Rafael de la Rubia, es el vocero internacional de la Marcha Mundial por la Paz y la No violencia y coordinador de Mundo sin guerras y sin violencia (para quienes no le conocen)

A continuación sus vivencias:

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Esta crónica, resumen, voy haciéndola a ratos. Sobre todo en los aviones. Soy muy lento para escribir. Se me amontonan las ideas y sobre todo las emociones. El trabajo de ordenarlas me lleva mucho tiempo. ¡Y con lo poco que tenemos! Así que me gustaría poder contar más cosas. Pero que al menos haya algo…

En pocas palabras y con el lenguaje vulgar puedo decir que esta experiencia de la marcha desde el comienzo ha sido algo excepcional, algo que me ha cambiado la vida y me abrió un futuro enorme. Con todo lo hecho, sin aun haber comenzado la marcha, los avances que hubo, las experiencias, el aprendizaje, las vivencias tuvieron mucho significado. Ahora en su concreción se sobrepasa todo lo imaginado. Es mucho lo que me llega cada día de esta marcha y pido para poder captarlo y también para poder responder con la misma profundidad y estar a la altura que la circunstancia requiere.

Llevamos una semana de recorrido y el comienzo de la MM ha sido muy intenso en todos los sentidos. Muy lleno de actividades, de emociones, de calor humano, de significado.

En N. Zelanda nos fuimos conjuntando miembros del equipo provenientes de distintos lugares del mundo. Partimos una veintena originarios de 10 nacionalidades de 3 continentes. En su comienzo el equipo base muestra una gran diversidad de gentes en cuanto a edades desde 24 a 72 años, mitad hombres y mujeres de distintos sectores sociales. Con predominio de la componente occidental. Va aumentando las incorporaciones, algunos se animaron al tomar contacto con la dinámica del equipo. Otros se sumaran en distintos momentos del recorrido y en la etapa americana es donde será más numeroso. Vamos invitando a final de la marcha y ya tenemos confirmaciones de interés en sumarse a P. de Vacas desde Nueva Zelanda, Australia y Filipinas.

Esta siendo una experiencia única por la intensidad y lo apretado en el tiempo que todo esto sucede, llevamos pocos días y a todos nos parece ya muy lejano el día 2.

En todos los casos, con distintas manifestaciones, con distintas formas, el equipo base estamos siendo recibidos con una hospitalidad muy particular, con mucho calor humano, mucho apoyo y percibimos un sentido profundo de lo que significa la MM.

Los días previos fueron de ensamble del equipo y de tomar la dinámica. Resultó acertado convocarnos unos días antes del comienzo, pues sirvió para ir entrando en tema.

La experiencia neozelandesa nos impactó ya en su comienzo, en las islas Chatham donde aparecen los primeros rayos de sol cuando comienza el día en el planeta, con el recibimiento en la Isla Rekohu, por parte de los descendientes de los Moriori que es un pueblo exterminado. No dejaron a nadie, salvo los que se mestizaron. Fueron eliminados sin ofrecer oposición, sin resistencia violenta… Qué valor y convicción…

Nueva Zelanda estuvo muy llena de actividades recorriendo la isla desde Auckland hasta Wellington. Hay que destacar la participación de un grupo de jóvenes viajaron a pie más de 200 k. durante una semana para participar en el lanzamiento de la MM. También varias nonagenarias muy entusiastas. Tuvimos de todo, incluida una alarma de tsunami por terremoto en la región, que hizo suspender las actividades ya que pidieron evacuación.

El lanzamiento fue un algo especial. Momento esperado y con mucha carga. Donde se concretó lo muchas veces imaginado. Lo más impactante era la copresencia del resto de puntos donde también se haría el lanzamiento. Eso se entrecruzaba con la memoria de todo lo sucedido en los dos años en los que veníamos preparando ese momento.

En Australia hubo actividades en Sídney y Melbourne adentro de otros lugares. Todo fue muy bien, destacando la permanencia y aplicación los amigos que están organizando, que siendo tan pocos desarrollaron un programa amplio y muy bien armado. Ese símbolo humano de la paz en esa playa vacía en día lluvioso tenía mucho de especial. Unos pocos, en un lugar no conveniente y en el momento no adecuado. Algo que parecía irreal, pero a la vez muy cercano, con mucha fuerza y entusiasmo. Con mucho sentido. Aprendimos como si algo se cuida se mantiene y se le insufla amino, acaba convirtiéndose en una acción potente y referencial. Por otro lado el paso por Australia, con una actividad más proporcionada, nos permitió recuperar energías y recomponernos del esfuerzo inicial.

En Filipinas entre tifones y graves inundaciones nos hemos encontrado con más elementos que enriquecen esta MM. Los humanistas del equipo de coordinación de la MM le han dado una dimensión, integración y un entusiasmo, nuevo hasta el momento. Hay que saber que todo lo que nuestros amigos filipinos tenían preparado durante meses se perdió en dos días por el tifón que azoto las islas y las enormes inundaciones que produjo. Algunos de los nuestros aun estaban con las casas inundadas. Sin embargo se abrió un espacio de sol y en pocos días pudieron recomponerse, concretar las actividades y añadiéndose otras. El resultado fue impresionante, nos sorprendió a todos. Después de una recepción oficial por parte del alcalde de Manila que entrego a la marcha las llaves de la cuidad, se realizaron numerosas actividades y varios eventos públicos con miles de personas, algunos en simultaneo, entre ellos ese símbolo de la paz, con unas 10.000 personas entre los participantes y los espectadores. Las emociones allí se desbordaron. Varios del equipo base comentaron que fue el día más feliz de sus vidas.

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Artesanos de LA PAZ

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